Estoy feliz por tener a mi lado a un gran padre para mi
hijo. Estoy orgullosa de él porque en estos cinco años juntos, él nunca me ha
fallado y en sus tres años como padre tampoco a nuestro hijo.
Éstefano, mi
hijo, es un niño súper feliz, adora a su papá, no deja de besarlo, abrazarlo, de
escucharlo, de aprender de él, de imitarlo, de tratar de ocupar su lugar al momento de ver
televisión, de echarse en la cama, de hablar, de hacer sus chistosadas.
Estéfano quiere ser igual a su papá en todos los aspectos por la simple razón,
que Rubén, su papi, es un gran padre, el mejor.
Me derrito al verlos sonreír, jugar, echados viendo
televisión, caminando, bailando en medio de la sala, comiendo, conversando, enseñándose ambos. No me canso de
cuidarlos, de decirles cuánto los amo. Estoy orgullosa de mi Rubén, porque es
una gran persona. Es tierno, cariñoso, alegre, inteligente y sobretodo muy responsable.
Aún recuerdo sus lágrimas de felicidad al escuchar el llanto
de mi Estéfano al nacer. Yo no lo vi, pero mi mamá y me hermana me lo contaron.
Yo también lloré de alegría y en estos momentos que escribo también lo hago
porque Estéfano nos alegra la vida, nos llena por completo. Nos hace unos padres
orgullosos. Tengo a mi lado a unas personas magnificas. Gracias Dios por ponerlas en mi camino.
Amo a mi Rubén y mi Estéfano lo ama más!!!
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