jueves, 11 de junio de 2009

Cantándole al Mar.

Paseaba por unas calles oscuras, de pronto una luz se iluminó frente a mí. No imaginé qué estaría sucediendo. Me aceleré más rápido hacia el lugar donde vi aquel brillo, porque la curiosidad causaba incertidumbre en mí. Él estaba ahí, lo vi. No me reconoció, me sentí triste por segundos y al minuto lo escuché, estaba ahí mi estrella, él había venido al mundo para conocerme. Yo reí, él miró hacia mí, su mirada tierna me alegró, no había más lágrimas en mi rostro, al menos de tristeza no más.
La felicidad me inundó. Sentí que ya desde antes lo conocía - Alguien me dijo una vez "me parece que ya antes nos habíamos visto"- Y es así, lo que sucedió con mi estrella. Yo, ya lo conocía desde hace mucho, me sentí segura y por primera vez pude tocar a un ser tan celestial.
Hoy él me acompaña y tengo la seguridad de que siempre lo hará. Hoy me siento más pura que una divinidad, más radiante cuando lo toco, porque por él puedo volver a soñar. Mi estrella, mi luz, mi Rey de la felicidad. Sus risas son canto y encanto para mi prosperidad. Tengo la certeza que andaremos juntos por el mundo sin importarnos los demás.
Hoy yo soy de él y estoy dispuesta a acompañarlo mientras me necesite. Juntos iremos por infinidad de lugares y respiraremos el color azul del mar, le dedicaremos temas, inventaremos letras para demostrar nuestra alegría y felicidad.
** Gracias Estéfano. Gracias por venir a conocerme, por venir a reír para mí y alegrar mis noches con tu ternura, eres mi empuje para caminar.
***Te amo Matías Estéfano. Te adoro desde antes de poder conocerte.


*****Juntos le cantaremos al Mar y nos bañaremos con las palabras que surjan al mirarnos.